Ya sé que estamos en tiempo de torrijas y prometo hacerlas en breve, como las hace mi madre, como las hemos comido en casa siempre... Estamos en tiempo de pestiños, buñuelos, monas de Pascua, bollus...
Pero es que esta receta es tan sencilla y tan buena que no puedo dejar de compartirla con vosotros. Masa quebrada, crema de limón y merengue con un toque de lima rallada para decorar y el éxito asegurado allá donde las saquéis.
Para las tartaletas tenéis muchas opciones según el tiempo y las prisas o las ganas que tengáis:
- Una masa sablé como la de mis tartaletas de fresas de esta receta.
- Unas tartaletas compradas ya horneadas y listas para rellenar como las que yo he usado.
- Una masa de galleta y mantequilla horneada como la de los cheesecakes.
- Las obleas de empanadillas de esta otra receta
- O estas graciosísimas cucharitas que encontré en el supermercado de El Corte Inglés y que son una opción perfecta para mesas dulces o meriendas tipo bufé.
CREMA DE LIMÓN
100 gr. de zumo colado de limón
ralladura finita de dos limones medianos
150 gr. de agua
90 gr. de azúcar
1 yema de huevo
20 gr. Maizena
Ponemos en un cazo al fuego el agua (menos dos deditos para diluir la Maizena y la yema), el azúcar, el zumo y la ralladura.
En el agua reservada disolvemos la Maizena y la yema de huevo, y lo añadimos al cazo cunado empiece todo a hervir. Bajamos el fuego al mínimo y con ayuda de unas varillas removemos sin parar un par de minutos mientras va engordando la crema de limón. Reservamos.
MERENGUE FRANCÉS
una clara de huevo
5o gr. azúcar
Ponemos en un bol bien limpio de cualquier resto de grasa la clara de huevo y comenzamos a montarlas. Cuando las claras empiecen a espumar, iremos añadiendo poco a poco el azúcar, hasta que tengamos un merengue con picos duros y firmes y de aspecto denso y brillante (una maravilla de la naturaleza, vamos!).
Podemos darle algo de tono al merengue como he hecho yo en las tartaletas y añadir unas gotitas de colorante amarillo o dejar el merengue blanco inmaculado como el de las cucharitas.
Para montar las tartaletas ya podéis imaginarlo: rellenamos la tartaleta escogida con la crema, metemos el merengue en una manga pastelera provista de una boquilla bien bonita y decoramos.
Si tenéis un soplete quemad un poquito el merengue como he hecho yo y rematad el dulce con un poco de lima rallada y algunas hojitas verdes de menta o de lo que tengáis por casa.
En menos de un mes las he hecho ya tres veces, es un postre muy lucido y no demasiado pesado y lo podéis preparar la noche antes, el merengue en la nevera y quemado aguantará perfectamente y la crema de limón estará más rica aún que recién hecha.
Y ¿qué hacemos si nos sobra merengue?
Jajajajajaja!! Hoy me siento generosa y ahí va LA RECETA con las sobras del merengue, porque aquí no se tira nada, nada, nada!!!