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Macarons de Tiramisú

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La entrada de hoy no estaba programada.
El viernes es el cumpleaños de mi hijo pequeño, 14 años...así que de pequeño ya le queda poco o más bien nada. ¡Cómo pasa el tiempo!

Todavía recuerdo a la perfección sus enormes ojos azules, abiertos como ventanas al mundo al que recién llegaba, mirándome fijamente la primera noche...

En fin a lo que iba!!! Estoy preparándole una tarta de moka y merengue y quería decorarla con unos macarons de café. Así que me he puesto a hacer los macarons con la idea de guardarlos hasta el viernes...con la idea!!!!!

Tenía algo de queso crema, he hecho unos rosetones con una boquilla tipo 2D pero mini y los he espolvoreado con cacao puro sin azúcar en polvo y unos fideitos de ésos de rebozar las trufas de chocolate.


Y me han quedado taaaaan ricos y taaaaan monos, que me he puesto manos a la obra a hacer un vídeo con el que agradeceros tanto cariño y tanto bueno recibido de todos los alumnos que han pasado este año por el taller de MACARONS AL MILÍMETRO

Yo siempre digo que un taller si lo usas solo para quedarte la documentacióm,  no es más que un montón de recetas sin más, ni mejores ni peores de las que a miles llenan la red.

Como decimos en LA TALLERERÍA el corazón del taller es el foro, donde aprendemos, enseñamos y se produce un feedback impresionante que nos hace sentirnos tan cerca que a veces nos sentimos como si estuviéramos haciendo macarons en una misma cocina.

Así que este vídeo modesto y casero, va por todos vosotros; para los alumnos en curso, para los pasados y para los futuros, que hacéis que éste sea un fantástico proyecto y una maravillosa aventura.


GRACIAS por vuestro trabajo, entusiasmo, imaginación y por todo el cariño recibido...que no es poco!!!

Un beso enorme, Belén.


MACARONS DE TIRAMISÚ

  • Receta básica de macarons ( AQUÍ )
  • 1 cucharadita de postre de café nstantáneo
  • queso crema o queso mascarpone
  • cacao en polvo sin azúcar VALOR
  • Fideos de chocolate VALOR

P.d. Estíbaliz, Miriam...¿Lo sabéis. verdad? 


Pan básico

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Pues vamos allá con la primera receta de pan para la panificadora. Por supuesto muchos me habéis preguntado en fb que si la receta puede hacerse sin panificadora, y la repuesta es sí. Respetad el número de amasados, los levados, aprended a bolear o a formar panes en cualquiera de las fantásticas webs que hay y jugad con mis propuestas y las vuestras propias. ¡Hacer pan es maravilloso!


Si aún no habéis estrenado la panificadora, seguid las instrucciones del fabricante: por ejemplo en la mía del Lidl,  hay que limpiar bien la cubeta y demás accesorios y ponerla 5 minutos en marcha. Puede que huela un poco raro, es normal.

A mi, cuando fui a programarla para hacer mi primer pan, me dada este mensaje de error HHH, y me estaba volviendo loca, cuando leí que si la panificadora está muy caliente hay que desenchufarla y dejar que se enfríe. Así que todo el mundo tranquilo que en cuanto se enfríe empezamos!!

Leer las instrucciones, saber como funciona el "bichejo" y hacernos con él es vital, Así que si o si, hay que leerse las instrucciones de "pe a pa".

Vamos primero con la receta de pan blanco, que no es mía y además (raro en mi) no he tuneado nada, pero como era la primera vez he querido ser formalita. La podréis encontrar en un montón de foros de panificadoras y seguro que en muchas webs, por éso no citaré ninguna en particular.

Lo que más me ha gustado de este pan, es que se hace con el programa EXPRESO para  panes con harinas menos fuertes ni ingredientes duros. Es un programa corto, perfecto para nuestras ansias panarras del primer día. Empieza el programa con un amasado de unos 8 minutos, amasado de unos 5 minutos, fermentación de 20 minutos y acaba con un  horneado 45 minutos.




INGREDIENTES


  • 285 ml. agua directamente del grifo, sin problemas. Podéis templarla un poco en el micro, pero no es necesario.
  • 3cucharadas soperas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de postre de sal
  • 500gr. harina de fuerza (no me compliqué y usé la de Mercadona)
  • Un sobre de levadura seca de panadería
Recordad que es importante que respetéis el orden en el que vamos a ir echando los ingredientes en la cubeta.

Introducimos los ingredientes, programamos el EXPRESO, 750 gr, de peso y yo siempre pongo la opción en la que el pan salga más doradito. Le damos al start y comenzamos!!

Cosas que os pueden suceder, y que debéis tener en cuenta:
  • Vamos a trabajar a veces con masas más hidratadas y más fluidas y otras con masas más densas. Es importante que le echéis de vez en cuando un ojo a la panificadora, o a través del cristal o levantando la tapa tranquilamente. Durante el amasado y el levado no hay problema. Evidentemente durante el horneado, corréis peligro de quemaros y además lo mismo que si se tratara de un horno normal, no es conveniente que lo abráis demasiado. Así si se trata de una masa espesa, puede que alguno de los ganchos amasadores no gire bien y haya que liberarlo con ayuda de la herramienta para sacar los ganchos de algo de masa para que vuelva a girar, e incluso puede que tengamos que recoger algo de masa que quede en las paredes con la ayuda de una espátula.
  • Una vez acabe el amasado, mirad el pan, si se ha dividido en dos partes cada una alrededor de uno de los ganchos, procurad con las manos untadas en un poco de aceite, formar una masa en bloque y que se distribuya por igual por toda la cubeta para que el levado y posterior horneado se produzcan de un modo uniforme y nos quede un pan bien formado.
  • Terminado el amasado podemos retirar los ganchos amasadores, aunque si los dejáis no pasa nada. Simplemente os costará más desmoldar el pan y los agujeros que dejarán serán mayores.
  • Antes del horneado, probad a greñar el pan con un cutex o una cuchilla y espolvoread con harina la superficie del pan para conseguir un aspecto más bonito. También podéis espolvorearlo con vuestras semillas preferidas.
  • Cuando acabe el horneado, dejad reposar el pan hasta que se enfríe dentro de la panificadora y  una vez frío proceder al desmoldado con un golpe enérgico.
  • Si el pan nos ha quedado muy blanco y sin un bonito color dorado, siempre podemos gratinarlo en el horno 5 minutos, veréis si cambia el aspecto con esos 5 minutillos de "maquillaje.

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La miga es compacta, con alveolos pequeñitos y muy juntos, pero la corteza del pan recién hecho es muy buena y crujiente, y lo mejor es que dura tierno muuuuchos días. De hecho yo lo hice un Martes y el Domingo aún pude disfrutar de unas maravillosas tostadas de pan en perfecto estado.



Es un pan sencillo, pero creo que para empezar a romper mano es perfecto, Y si tenéis una receta de pan sencillo para comenzar con nuestras panificadoras, no dudéis en compartirlo en los comentarios más abajo.

Yo estoy feliz con ella y no pienso dejarla descansar ni una semana!!!!

Un beso grande, Belén.







Tarta de Santiago

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¿Todo el mundo preparado para leer esta entrada y salir pitando con la lista de las ingredientes al súper? Una receta sencilla, yo creo que menos los macarons, como todas las que suelo compartir con vosotros, una tarta de siempre, con ese ingrediente tan nuestro como es la almendra, delicada, suave...



Se cree que la torta de Santiago tiene su origen en Galicia durante la Edad Media. A pesar de que apenas existen almendros en Galicia, su consumo  y comercio puede atestiguarse desde la Baja Edad Media. La almendra era importada por vía marítima desde las tierras del Levante español.
Alrededor de año 1577  D. Pedro de Porto visitó la Universidad de Santiago, llevando consigo la receta de lo que se conocía por aquel entonces como  “torta real”, su elaboración era muy parecida a lo que hoy en día se denomina Tarta de Santiago
El Cuaderno de confitería de Luis Bartolomé de Leybar elaborado hacia 1838 y de origen gallego, contiene la primera noticia fidedigna sobre este postre que denomina vizcochos de almendras. Contiene los elementos básicos y los procedimientos de la actual tarta compostelana.
Este postre, de intensa tradición histórica en Galicia, adquiere su forma definitiva en 1924, cuando José Mora Soto fundador de la compostelana Casa Mora, decidió adornar sus tartas de almendra con una silueta de cruz de Santiago, uniendo en este gesto un símbolo de la ciudad y una especialidad tradicional. 


La receta que os traigo es la que llevo haciendo desde que hace ya la friolera de 20 años llegó a casa mi primera Thermomix. Las que tengáis Th la conoceréis perfectamente y podéis seguir los pasos indicados en el recetario básico. Pero sin Thermomix elaborarla es sencillo y el resultado igualmente maravilloso, de hecho no creo que en la Edad Media tuvieran la Th para prepararla ¿no?

Lo único que he cambiado de la receta original es la cantidad de huevos, ya que llevaba 3 huevos enteros y 4 yemas. Por comodidad, y por no quedarme con claras "viudas" y también por no meter tanta grasa de las yemas, he ajustado los huevos a mi gusto y conveniencia (una que es rebelde por naturaleza).

INGREDIENTES:
  • 200 gr. azúcar (mejor si es glass, pero puede ser normal también)
  • la piel ralladita de un limón de buen tamaño
  • 250 gr. de almendra molida cruda de buena calidad
  • 2 cucharadas de mantequilla (un poco a ojo, nada de agobiarse)
  • 50 gr, de harina
  • 1 sobrecito de impulsor químico (Levadura "Royal")
  • Un pellizco de sal
  • 4 huevos (yo he usado XL)



Ponemos en un bol la almendra, el azúcar, la ralladura de limón, la mantequilla bien blandita en pomada y los huevos. Mezclamos bien con una espátula hasta que quede todo integrado. Incorporamos la harina, la sal y la levadura y terminamos de integrar de un modo rápido y sin complicaciones.Si tenéis batidora o robot de cocina usadlo también sin problemas.

Para hornearla yo he usado la cazuela de la serie EFFICIENT de BRA, una maravilla, porque lo mismo sirve para fuego, vitro o inducción que para el horno, Se desmolda perfectamente sin necesidad de encamisar el molde, usar sprays antidesmoldantes o poner un poquito de aceite o mantequilla y harina. El diámetro de la cazuela de BRA que yo he utilizado es de 28 cm. y me parece que queda de un tamaño y altura ideal.



Si no tenéis este tipo de cazuela, usad vuestros moldes para tartas y bizcochos de siempre, pero recordad preparadlos antes para que se desmolden con facilidad y no se os rompan. Un truco que yo hago es poner en la base de los moldes círculos de láminas de teflón recortadas a la medida del molde que voy a usar. Es antiadherente y se puede reutilizar un montón de veces y te asegura unos desmoldados perfectos. Podéis encontrar láminas de teflón AQUÍ y recortarlas con unas tijeras según los tamaños de vuestros moldes.


Ya sólo nos queda meter la tarta en el horno previamente calentado a 180º durante unos 20 minutos, Se hace bastante rápido, así que vigiladla y pinchadla con un cuchillo o brocheta para ver si ya está perfecta.

Si tenéis paciencia recortad una cruz de Santiago en un papel o cartulina y ponedla en medio de la tarta (ya fría) mientras espolvoreáis azúcar glass con la ayuda de un colador para que el azúcar caiga uniformemente sobre nuestra tarta y deje la huella de la cruz al quitar la plantilla.



Yo como estaba perezosa, me limité a espolvorearla generosamente con azúcar glass y"arreando" que es gerundio... ¿o era infinitivo? ;;;)))

Riquísima, con un bocado casi celestial, muy nuestra, de siempre y sencilla ¿Se puede pedir más?

Un beso muy grande y si os animáis a hacerla espero vuestras tartas de Santiago en mi facebook para poder disfrutarlas todos juntos. Belén.





Pan de cerveza Guinness y canela

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¿Todos preparados para una nueva receta para amortizar a tope nuestras panificadoras?

Pues vamos allá!! La receta es una mezcla de recetas de aquí y de allí, no me gusta coger una receta y copiarla tal cual, me gusta "marranear" y a veces da resultado y a veces no. Pero en el caso de esta receta y tras tres maravillosos panes como resultado, me atrevo a compartirla con todos vosotros.


Es un pan de miga densa y alveolo pequeño, muy del gusto europeo, pero tierno y con un maravilloso sabor a canela y con un toque dulce que combina a la perfección con mermeladas, mantequilla y quesos crema. Se conserva tierno varios días...aunque no sé yo si os va a durar tanto tiempo "vivo".

INGREDIENTES:

  • 200 ml. cerveza Guinness
  • 100 ml. de agua
  • 1 tsp. sal
  • 30 gr. de azúcar Demerara (en su defecto ottro azúcar moreno)
  • 125 gr. harina de espelta integral
  • 350 gr. harina de fuerza
  • 1 sobre de levadura de panadero Royal 
  • canela al gusto
  • semillas variadas para decorar o para integrar dentro de nuestra masa al gusto* 
  • harina para espolvorear

Recordad que en el caso de los panes hechos en panificadoras es importante que respetemos el orden en el que vamos a añadir los ingredientes en la cubeta.
Una vez puestos todos los ingredientes en la cubeta, seleccionamos el programa INTEGRAL, peso 750 gr, y el dorado más intenso que nos deje nuestra panificadora.

Así pues nuestra panificadora comenzará a trabajar con esta secuencia de pasos:
  1. Precalentado de 15 minutos
  2. Primer amasado 11 minutos
  3. Fermentación 30 minutos, 
  4. Segundo amasado de unos 2 minutos* 
  5. Segunda fermentación de 38 minutos
  6. Amasado rápido
  7. Tercera fermentación de 35 minutos
  8. Horneado 60 minutos

*Si decidimos añadir semillas a nuestro pan, hacedlo cuando la señal sonora (pitido) se oiga a mitad del segundo amasado.



Después del amasado rápido (paso 6) a mi me gusta sacar el pan de la cubeta y amasarlos unos minutos a mano. Además aprovecho para sacar los ganchos amasadores y para untarme las manos con un poco de aceite de oliva y disponer de nuevo la masa en la cubeta de modo que cubra toda la superficie y quede dispuesta de un modo uniforme.

Una vez realizada la última fermentación y antes del horneado, levanto la tapa de la panificadora y greño el pan (le hago unos cortes con una cuchilla, cútex o cuchillo afilado) y espolvoreo con las semillas escogidas y harina.

Recuerda estos trucos a la hora de hacer tu pan con la panificadora:
  • Vamos a trabajar a veces con masas más hidratadas y más fluidas y otras con masas más densas. Es importante que le echéis de vez en cuando un ojo a la panificadora, o a través del cristal o levantando la tapa tranquilamente. Durante el amasado y el levado no hay problema. Evidentemente durante el horneado, corréis peligro de quemaros y además lo mismo que si se tratara de un horno normal, no es conveniente que lo abráis demasiado. Así si se trata de una masa espesa, puede que alguno de los ganchos amasadores no gire bien y haya que liberarlo con ayuda de la herramienta para sacar los ganchos de algo de masa para que vuelva a girar, e incluso puede que tengamos que recoger algo de masa que quede en las paredes con la ayuda de una espátula.
  • Una vez acabe el amasado, mirad el pan, si se ha dividido en dos partes cada una alrededor de uno de los ganchos, procurad con las manos untadas en un poco de aceite, formar una masa en bloque y que se distribuya por igual por toda la cubeta para que el levado y posterior horneado se produzcan de un modo uniforme y nos quede un pan bien formado.
  • Terminado el amasado podemos retirar los ganchos amasadores, aunque si los dejáis no pasa nada. Simplemente os costará más desmoldar el pan y los agujeros que dejarán serán mayores.
  • Antes del horneado, probad a greñar el pan con un cutex o una cuchilla y espolvoread con harina la superficie del pan para conseguir un aspecto más bonito. También podéis espolvorearlo con vuestras semillas preferidas.Cuando acabe el horneado, dejad reposar el pan hasta que se enfríe dentro de la panificadora y  una vez frío proceder al desmoldado con un golpe enérgico
  • Si el pan nos ha quedado muy blanco y sin un bonito color dorado, siempre podemos gratinarlo en el horno 5 minutos, veréis si cambia el aspecto con esos 5 minutillos de "maquillaje.


Espero que os guste y que lo hagáis muuuuchas veces, yo llevo dos semanas desayunando este pan: lo pongo en la sandwichera, lo tuesto y le echo un chorro de un buen aceite de oliva y azúcar, con mi taza "mañanera" de té me da la energía que necesito para no parar en toda la mañana.



Así que todos a hacerlo, que quiero que me digáis qué os parece. 

Un beso fuerte y gracias por estar ahí, Belén.




"Brutti ma buoni" y un otoño que va a ser maravilloso...

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Ya estoy aquí!!! Desde que volví de verano me propuse no estar tanto tiempo desaparecida del blog, y aunque por toooodas las cosas que hago y llevo en mente y por mi carácter no soy muy de rutinas fijas, estoy intentando ser buena y aparecer por aquí para no dejaros demasiado tiempo abandonados y hacer lo que más me gusta: compartir con vosotros mis recetas, algo de mis cosas y un mucho de mi.

Tengo varias recetas en el tintero: la típica coca de verduras que tanto consumimos por el Mediterráneo pero versionada un poquito, más recetas para la panificadora, una maravilla de tarta de chocolate y peras... Pero hoy me apetece que conozcáis esta receta, los "brutti ma buoni", que significa  "feos pero ricos".

Si bien en la mayoría de sitios hablan de ellos como unas galletas de merengue de origen toscano, hay otros lugares italianos que se disputan su origen. Así en Varese, en Lombardía al norte de Milán, también son típicos y los hacen bien ricos.

Es una receta fantástica para aprovechar claras de recetas de macarons por ejemplo, ya que la base es un merengue al que le vamos a añadir avellanas troceadas. En internet podéis encontrar recetas con almendras, u otros frutos secos distintos a las avellanas, con cacao...pero digamos que la receta más clásica es la hecha con "nocciole", avellanas.


Vais a ver qué cosa más rápida, más sencilla y más rica!!!

INGREDIENTES: Para unos 16 "brutti ma buoni"
  • 125 gr. de avellanas (si están peladas mejor)
  • 100 gr. azúcar
  • 50 gr. de claras
  • vainilla
Lo primero que haremos es preparar las avellanas, yo las pongo peladas,  aunque también hay recetas en las que las ponen con piel, en Mercadona las he encontrado peladas, pero si no las encontráis peladas y os molesta la piel, sólo hay que ponerlas encima de un trapo de cocina limpia, enrollarlo y frotar con energía, las pieles se separarán casi todas, y si queda alguna no pasa nada, "PA DENTRO"!!!

Trituramos muy burdamente las avellanas en un procesador o picadora o incluso en un mortero, pero recordad que queden trocitos grandes, no queremos una harina de avellanas, y reservamos.


Ahora toca hacer el merengue, comenzamos a batir las claras  (si queréis podéis añadir una pizca de sal, pero yo no lo hago)  y cuando vaya llegando a punto de nieve comenzamos a incorporarle poco a poco el azúcar, hasta conseguir un merengue firme y bien brillante. ¡¡¡Ayyyyy, qué bonito es el merengue!

Incorporamos al merengue las avellanas picadas y un poco de vainilla al gusto de cada uno (la que más os guste, un buen extracto o una vaina de vainilla raspadita) y pasamos la mezcla a un cazo que pondremos al fuego (medio) para trabajar la mezcla.

No podemos parar de mover con una cuchara de madera la mezcla, ya que de lo contrario se nos agarrará. Pese a todo, es muy normal que se nos agarre un poquito. Veremos cómo va cambiando de color, cogiendo un tono más dorado y cómo se va espesando y despegándose de las paredes del cazo .¡Ése es el punto!


Ahora sólo nos queda formar bolitas con ayuda de una cucharita sobre papel de horno, silpat o como yo sobre mis inseparables láminas de Teflón, podéis encontrarlas AQUI

No os preocupéis si quedan feos, o con formas diferentes...ése es su principal encanto y sello característico.

Precalentamos el horno a unos 160/170º con calor arriba y abjo y a esperar!! Pero la espera no es muy larga, en unos 15/20 minutos estarán listos. Puede que los notéis tiernecitos al salir pero se endurecen algo al enfriarse.


¿Qué si están buenos? Pues para cogerlos a puñados como en la foto y  comérselos como si fueran pipas, así que ya estáis tardando.

¡Buen fin de semana! Nos vemos YA, Belén.




Pan de espelta, trigo integral y muchas variantes!!!

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Ya estoy aquí de vuelta con receta de pan hecho en la panificadora. Pero recordar que lo que se hace en panificadora se puede hacer sin ella.

En este caso es un pan rápido, con un amasado de una media hora (podéis ir amasando dos minutos o tres y decansando 5 minutos durante media horita) y un levado lo tendréis listo!!!

La verdad es que me compré la panificadora un poco a ciegas, y con no demasiada fe. No estaba segura de si "al trasto" en cuestión le iba o no le iba a sacar demasiado partido, pero como yo soy de las personas que piensan siempre "a mi que no me lo cuenten", me hice con una con la idea de que si no le sacaba partido y se convertía en un trasto más en la cocina, la regalaría.

¡Pero vaya que si que la estoy exprimiendo!

Es limpia, cómoda, da resultados buenos y sabrosos y es sencillísimo hacer pan casero en casa.

Evidentemente nada que ver con los panes de masa madre, de levados lentos y sabores intensos y graaaandes y maravillosos ojos...pero los panes de panificadora cumplen más que honrosamente su misión: son panes más compactos, con migas más al gusto europeo, pero muy aromáticos y duran tiernos muuuuchos pero muchos días, y además siempre es un gustazo controlar los ingredientes que empleamos y después comemos y compartimos con los nuestros.

Hoy os traigo una receta súper sencilla que no falla, y que me ha regalado mi "alter ego", Ana.

No sólo compré una panificadora, noooooo...compré dos, una para mí y otra para mi amiga del alma que estrenaba cocina y quería que la tuviera. Pensaba que no se iba a coger a hacer pan, pero esta Ana es una caja de sorpresas y no para de hornear!!!!

La receta combina espelta, trigo integral y harina de fuerza y le podemos añadir ingredientes al gusto como nueces, pasas, arándanos, semillas e ir adaptando la receta a nuestros gustos.

El pan de la foto es con arándanos deshidratados y semillas de amapola, uuuummmm!!!



INGREDIENTES:

  • 300/320 gr. agua (observad la masa y mirad lo que os pide)
  • 3 cucharadas aceite de oliva
  • un pellizco generoso de sal
  • 300 gr. harina blanca de espelta
  • 100 gr. harina de fuerza ( yo uso la de "Harimsa" o la de Mercadona)
  • 100 gr. de harina de trigo integral ( de "El amasadero" o la de Mercadona que es la opción más sencilla y funciona perfectamente también)
  • Tres cucharadas soperas de miel de romero (o la que más os guste)
  • un sobre de levadura seca de panadero ("Royal") pero podéis hacerlo con la cantidad correspondiente de fresca.
  • pasas, nueces, semillas variadas, mezcla de semillas, arándanos, ciruelas...
Recordad que debemos respetar el orden en el que añadimos los ingredientes, y que la levadura y la sal no deben estar en contacto al principio para que la sal no neutralice el efecto de  la levadura.

Yo programo el PROGRAMA 5, el más rápido, peso 750 gr. y como me gusta que el pan me quede doradito selecciono la opción en la que más se dora el pan.

Muchas veces me decís que cómo me salen unos panes tan bonitos en la panificadora. En la receta de Pan Básico que tenéis AQUÍ os doy alguno de mis trucos, pero hoy os voy a contar alguno más.

                                Pan con arándanos y semillas de amapola y pan con mezcla de semillas , pasas y nueces


  • A mí siempre me gusta "pegarle algún que otro meneo" a la masa. Cuando está a punto de terminar el amasado, aprovecho para sacar la masa de la cubeta, quito de paso las palas de amasado, espolvoreo la mesa con algo de harina y amaso la masa un ratito, justo hasta que la panificadora dejaría de amasar (oigo la máquina y sé cuando debo parar y volver a meter la masa porque empieza la función de levado).
  • Procuro darle en la mesa la forma alargada de la cubeta y le aplico un poquito de tensión a la masa para que quede bien formado. Si la masa es húmeda podéis poneros un poco de aceite en las manos para facilitar el formado y manipulado de la pieza, procurando que la masa quede acoplada a la cubeta, que no queden huecos.
  • Podéis añadir los ingredientes secos tipo semillas, arándanos...cuando la máquina hace el pitido indicador, pero como es un programa tan cortito yo prefiero incorporarlos desde el principio.
  • Después del levado, greño el pan con un cútex, cuchilla o cuchillo afilado. GREÑAR el pan no es otra cosa que cortar la masa de pan antes de hornear, lo cual a parte de favorecer el correcto horneado del pan le va a dar un aspecto mucho más bonito.
  • Antes justo de que comience la función de horneado, pincelo el pan con huevo batido, nata, leche...dependiendo de si mi pan es o no dulce, y si he de espolvorear semillas lo hago ahora, de modo que quedarán pegaditas a la corteza.
  • También podemos aprovechar ahora para espolvorear el pan con harina con la ayuda de un colador. Si se nos olvida podemos hacerlos una vez hecho y enfriado el pan.

¿Veis las semillitas de amapola y el rojo intenso de los arándanos? ¡Me encanta!

Puede que si seleccionáis la opción de pan más blanco os quede un tono de pan blanquecino y apagado, pero lo podéis solucionar dándole un golpe de grill en el horno. Pero si como yo seleccionáis la función de pan más doradito no va a hacer falta, quedará espectacular.

Me gusta mucho la opción de espolvorear siempre (da igual de que sea el pan por dentro) la superficie del pan con mezclas de semillas, les da un toque crujiente y un aspecto rústico que le pega mucho a este tipo de pan.


Venga ¿quién se anima? Yo ya no desayuno otra cosa, y Ana tampoco!!!!

Con mermelada, tostadas, con pavo y queso fresco, con miel y extra de mantequilla...

Y ya me contaréis porque dura tierno una semana sólo con conservarlo envuelto en papel film.

Un beso gordo, Belén.





Bizcocho de calabaza y chocolate

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¿No os podéis quejar esta semana, eh? Dos entradas en apenas 48 horas, me estoy haciendo mayor...

Pero es que según mi hijo Pablo: "Esta receta la tienes que poner en el blog mamá".

Y ya sabéis que si hay algo que nos "puede" son los deseos de los hijos y, por qué no decirlo, un buen piropazo al pasar por delante de una obra, que los cuarenta son muy malos y una necesita refuerzo positivo. Juasjuasjuas!!!

Receta rápida, sin complicaciones, sin ensuciar casi nada y si tenéis Thermomix mejor que mejor, porque conseguiréis dejar la calabaza asada en un puré perfecto sin perder ni un segundo. Rica, húmeda, llena de sabor y con una textura... Y es que Halloween ha pasado, pero seguimos en tiempo de calabazas.



A mi me gusta asar la calabaza en el horno, en casa, aunque reconozco que últimamente casi que sale más a cuenta comprarla ya asada, porque la calabaza que usé para esta receta pesaba casi dos kilos y la tuve a 220º casi dos horas...¡Miedo me da la factura de la luz de este mes!

También podéis meterla en dados en el microondas e incluso hervirla y después escurrirla bien para que no suelte agua, pero para mi como mejor queda con diferencia es asada al horno, o en casa o comprada (que es lo que haré yo la próxima vez).

INGREDIENTES: para dos moldes como los de las fotos o para uno cuadrado de 25x25


  • 300 gr. calabaza ya asada y limpia de pepitas y corteza (sólo pulpa)
  • 200 ml de nata especial para montar (un tetrabrick de los pequeñitos unos 160 gr.)
  • 100 gr. azúcar blanquilla 
  • 100 gr. azúcar DEMERARA ( o azúcar moreno)
  • 3 huevos L
  • 300 gr. harina "bizcochona" (o harina y un sobrecito de "Royal")
  • 100 gr. chips chocolate
  • OPCIONAL: especias para pastel de calabaza, ralladura de naranja.

Si lo hacemos en el Thermomix, lo primero será dejar la pulpa de calabaza asada reducida a un puré bien fino, añadimos los huevos e integramos un poco. Los dos tipos de azúcar y la nata y le damos otro golpe a velocidad media, lo justo para ir mezclando los ingredientes a medida que los añadimos.

Incorporamos la harina y ahora en vez de darle al Thermonix, integramos bien la masa con una espátula (yo prefiero una vez añadida la harina hacerlo así, pero si queréis seguir con velocidad media, adelante!).

Por último los chips de chocolate. Queda una masa densa, así que no os preocupéis que no se nos irán los trocitos de choco al fondo.



Forramos el molde escogido con papel de horno (yo he usado unos moldes ideales de madera de álamo que podéis encontrar en LA TARTIENDA) y ponemos nuestra masa en el molde escogido. Podéis hacerlo en cupcakes o papelitos tipo "sobaos". Esta última opción me encanta porque queda una textura algo similar, o al menos a mi me los recuerda.

Podemos espolvorear la superficie de la masa con azúcar antes de entrar en el horno (quedará como una costra o crteza dura y muy agradable) u optar por espolvorear "a posteriori" con azúcar glass.

Y al horno a unos 170º!!! Ya sabéis que dependiendo de si estáis horneando dos moldes como los mios, cápsulas de cupcakes, o un molde más grande tardará más o menos en hacerse. Lo mejor como siempre es no abrir el horno si no es estrictamente necesario (y siempre muy rápido) durante las dos primeras terceras partes del tiempo de horneado, y cuando creáis que ya está, aguja y pinchazo al canto para asegurarnos de que está listo.



Si no tenéis Thermomix, triturad la calabaza con la batidora e incluso trabajadla un poco con un tenedor e id incorporando e integrando todos los ingredientes en el mismo orden y con la ayuda de unas simples varillas.

¿Qué me decís de la pinta? Mi "trasero" dice que sí, que está muy rica pero que pare ya de comer y comer...pero mi estómago dice que JA!!!!!!!

Ayyyyyy!!!  La eterna dicotomía: culo gordo o comer con conocimiento, jajajajajaja!!!

Por cierto ¿vistéis mi tartita de Halloween? Llevaba calabazas, pero de otra forma...


Un beso enorme como siempre, Belén.


Macarons con mensaje

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Hoy os traigo una entrada cortita, pero que muchos visteis en Facebook y os gustó, y algunos me dijisteis que cómo había hecho "la monería".

Es una forma sencilla y rápida de personalizar, sino todos, sí alguno de los macarons que vayamos a presentar o regalar, y un detalle personal que creo que queda muy "salao".


Yo en esta ocasión he hecho la mitad de la receta de Cristina, una alumna del taller de macarons Le Must que ya sabéis que imparto desde La Tallerería y en el que nos volvemos locos (alumnos y "profe" incluída) buscando el macaron casi perfecto.

Cristina tiene un precioso blog, Un pedacito de cielo, y quiso compartir conmigo y con sus compañeros esta deliciosa receta.

Yo sólo la he corregido haciendo la mitad para que no me salieran tantos macarons y le he añadido al TPT un haba tonka pequeña ralladita muy muy fina, me encanta el punto que le da al combinarla con el chocolate. Según el cacao que gastéis os saldrán más o menos oscuros, así que si queréis potenciar el color del choco añadid algo de colorante al TPT.

Una vez horneados sin problemas nuestros macarons (lo de sin problemas es para dar ánimos, jajajajaja), los dejaremos enfriar y reposar unas 24 horas en la nevera para que adquieran su textura definitiva y los decoraremos.

Podéis decorarlos antes o después de rellenarlos, yo lo hice con los macarons ya rellenos y recién sacados de la nevera porque así se manipulan mejor y están más firmes.

Sólo necesitamos unos sellos monos y adecuados a la circunferencia de los macarons que vamos a decorar, un pincel de uso alimentario (yo he usado una esponjita de esas de maquillar y también queda bien, limpia por supuesto!!!) y colorantes a vuestro gusto (alimentarios claro está). Con pequeños toquecitos con el pincel o con la esponja vamos impregnando el sello del colorante escogido y ya lo tenemos listos para estampar los macarons.


Con cuidado, y con el sello impregnado en el colorante estampadlo delicadamente y procurando que quede todo grabado (ya que el macaron hace forma de semiesfera) en la coquille delicadísima del macaron.

 Puede suceder alguna tragedia del tipo "me he cargado el macaron" o "qué mal se me ha marcado el sello", aviso!!!
Pero quedan taaaaaan bonitos que vale la pena perder alguno por el camino, además los macarons "tragediosos"se comen en el proceso y se te van todas las penas!!!!!


¿Quedan bonitos, verdad?

Venga a ver qué se os ocurre a vosotros!!!

Por cierto los sellos son de la tienda DELIPAPEL os dejo el link por si queréis echar un vistazo a todas las preciosidades que tiene María en la tienda física en Madrid y también on line. 

Un beso goooordo, Belén.

Bizcocho de chocolate y peras

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Hace cosa de un mes vi en "Pinterest" una foto de un plumcake con peras enteras dentro y me encantó la idea, así que como una es una mente inquieta y cuando me asalta una idea la quiero para ayer, me puse manos a la obra.

Tenía en la recámara un bizcoco de chocolate y almendra para probar qué tal funcionaba y me pareció una combinación casi mágica: peras, chocolate y almendras, no podía salir mal.

Pero me equivoqué...la combinación de ingredientes no resultó mágica. ¡Fue pura alquimia! Y desde hoy me declaro fan incondicional de esta receta que hoy traigo para vosotros y que espero que hagáis muy pronto.


INGREDIENTES: Para un molde de 18 cm.

  • 100 gr. harina "bizcochona" *
  • 110 gr. almendra molida
  • 125 gr. mantequilla en pomada
  • 140 gr. azúcar "demerara" o cualquier otro azúcar moreno
  • 1 Tsp de vainilla
  • una pizca de sal
  • 40 gr. de cacao en polvo sin azúcar
  • 2 huevos L
  • 1 yogurt griego**
  • Tres peras "Conferencia" peladas y conservando el rabito.
*Si no tenemos harina "bizcochona" o leudante (es una harina que lleva la levadura incorporada), sustituiremos por harina de Reposteria (una harina flojita) con medio sobrecito de impulsor químico tipo "Royal".

**En su defecto, yogurt blanco o  tres cucharadas soperas de créme fraiche.

Mezclamos la harina tamizada con la sal, el cacao y la almendra y reservamos.
Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar, hasta que quede como pomada y bien cremosa. Añadimos los huevos de uno en uno, la vainilla, el yogurt y la mezcla de harina reservada e integramos hasta obtener una masa homogénea. 

Encamisamos nuestro molde o bien lo preparamos engrasándolo y enharinándolo o podéis hacer como hago yo: pongo en la base un círculo de teflón con la circunferencia exacta de la base del molde y pongo aceite en las paredes del molde. La base de teflón me asegura un desmoldado impecable.

Una vez puesta la masa en el molde, la asentamos bien y la alisamos con una espátula e introducimos las tres peras dispuestas de pie, con el rabito sobresaliendo y bien rectas. Se quedan sin problema, porque además la masa es bastante densa. Pero si es necesario podemos darles un corte en la base y dejarlas rectas para que no se caigan.

Precalentamos el horno a unos 165-170º y horneamos a media altura y sin aire durante una hora aproximadamente. Recordad no abrir el horno hasta la última parte del horneado cuando ya el bizcocho ha crecido y está casi listo. Pinchadlo para aseguraros de que está perfectamente hecho por dentro (deberá salir la aguja o el cuchillo limpio, pero no tiene por qué salir seco del todo) y sacad el bizcocho del horno. ¡Ya lo tenemos!


Dejamos atemperar dentro del molde y desmoldamos sobre una rejilla para que termine de enfriarse por completo.

Para emborracharlo yo hice el día anterior (pero se puede hacer y usar en el momento) un almíbar con licor de peras:

  • 200 gr. azúcar
  • 300 gr. de agua
  • 60 gr. licor de peras o ron
  • vainilla a gusto o canela (las dos casan genial con nuestro bizcocho)
Solo tenemos que poner al fuego un par todos los ingredientes y que hierva un par de minutos. retiramos y añadimos el licor.

Cuanto más almíbar añadamos al bizcocho más rico estará. Así que paciencia, que lo admite prácticamente todo. Yo pongo el bizcocho encima de un  trozo de papel de plata y voy calando el bizcocho, a medida que va absorbiendo el almíbar, añado más y más.

Para presentarlo, espolvoreamos azúcar glass con ayuda de un colador y si os apetece podemos acompañar de unas natillas ligeras o una cremita inglesa.


Un bizcocho sencillo, húmedo, lleno de sabor y con un corte espectacular!!!!

Yo creo que es el colofón perfecto para agasajar a los vuestros en las maravillosas cenas o comidas navideñas que ya se acercan . ¿No os parece?


Un beso enorme como siempre, Belén.















Nidos de merengue y frambuesa

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Ya está, ya se me ha echado encima la Navidad: regalos sin comprar, comidas sin planear, casa como una cuadra... y es que cada vez se me hace más cuesta arriba y me da más pereza. Me hago mayor y comienzo ineludiblemente a empezar a encontrarle a estas fechas más inconvenientes que ventajas.

Reconozco que al final siempre hay algo que me sigue emocionando de estas fechas mitad marketing mitad espiritualidad, o quizás el porcentaje espiritual debería reducirlo casi que más, pero este año todo se me "hace bola".

Así que para todos los que como yo estáis en pleno bajón navideño-existencial pero no podéis apearos ni aún queriendo de la vorágine de fiestas, cenas y villancicos...ahí va una receta resultona y rápida.


Tan sencillo como el día antes, eso sí, preparar los nidos de merengue:

  • Dos claras de huevo (pueden ser pasteurizadas, pero prefiero frescas, queda mejor sabor)
  • 4 cucharadas soperas de azúcar (dos por clara)*
  • Vainilla de Madagascar (media vaina raspadita)
Comenzamos batiendo las claras con una de las cucharadas de azúcar hasta conseguir que estén semimontadas, incorporamos el resto del azúcar y la vainilla y seguimos batiendo con nuestro robot o si somos valientes a mano, hasta obtener un merengue firme, blanco, cremoso y brillante. Recordad que las claras para montarse sin problemas no deben tener rastro de yema (grasa) de lo contrario no nos montarán.

Dependiendo del tamaño de los nidos saldrá más o menos cantidad, a mi me salieron 14. Hice de varios tamaños para ver cómo me gustaban más y lo que cabía en cada uno de ellos.

Formamos los nidos de merengue sobre una bandeja forrada de papel de horno: yo con una boquilla rizada pongo un pegote a modo de base y lo rodeo con un anillo de merengue y otra vuelta a modo de murete. Vamos que hago una base y dos vueltas alrededor de merengue. Buscamos que nos queden como volovanes para después rellenar.


Una vez formados los meteremos en el horno, recordando que lo que queremos hacer con el merengue es SECARLO, así que despacito y paciencia.

Yo los tuve a 90º dos horas y media y después los dejé enfriar con el horno ya apagado y la puerta abierta toda la noche. Pero según si os gusta más o menos seco tendréis que ir probando tiempos y acoplarlos a vuestro gusto. Aunque yo os recomiendo que queden tiernos, pero con cuerpo suficiente para rellenarlos sin problemas.

Y ¿de qué los rellenamos? Pues yo para las fotos y las pruebas los he rellenado de una crema muselina de vainilla que podéis ver AQUÍ, es de mi querido Luis Olmedo del blog MY EUROPEAN CAKES y además de explicarlo paso a paso y genial queda riquísima. Y he decorado con frambuesas y hojas de menta fresca.

Pero las posibilidades son lo mejor: con mermelada y arámdanos, natillas, compota y foie, queso fresco y caviar o salmón...

El sabor del merengue no manda mucho y el contraste dulce-salado. al menos a mi, siempre me gusta. Si optáis por escoger un relleno salado quitad la vainilla del merengue y añadid una pizca de sal que no le va a venir mal.


¿No me digáis que no quedan bonitos y no son sencillos de preparar? Eso si, conservad los merengues en un recipiente hermético y seco y rellenad justo antes de comer para evitar que se reblandezcan.

Deseando que os animéis a hacerlos y que formen parte del menú de alguna de vuestras celebraciones  estas fiestas, y si se os ocurre alguna combinación de relleno de las que no podemos perdernos no dudéis en compartirla aquí o en Facebook con todos.


*A la hora de escoger el azúcar podéis hacerlo todo con azúcar blanquilla o mitad blanquilla (la de todo uso) y mitad glass. Mi querida Isabel de ALITER DULCIA me lo chivó el otro día, y dice que queda un merengue con  mejor textura todavía.

Un beso enorme y Felices Fiestas! 

                           Belén.




Tartitas de manzana estilo "WIEN"

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En Jávea (Alicante),  toda la vida ha estado el restaurante "Austríaco". En la parte de detrás del restaurante que está en el paseo de El Arenal, tienen una sencilla cafetería-panadería en la que sirven principalmente tartas muy europeas, al gusto de los "guiris" que viven por allí.

Entre sus riquísimas tartas, yo me quedo a ojos cerrados con una de ellas: la de manzana. La puedes comprar entera, lo cual no recomiendo a no ser que necesites engordar tres kilos en 24 horas para conseguir un papel en un peliculón americano con Eric Bana (sólo en ese único caso, jajajaja), o en porciones, maravillosas y deliciosas porciones.

La parte de arriba es un streusel sencillo, pero el relleno de dentro me llevaba de cabeza y no es plan de preguntar la receta por educadamente que la pidas y por mucha caída de ojos que pongas...


Si bien el relleno de mis mini tartitas no es el mismo, me encanta el resultado final. El sabor lleno de matices, la textura semi entera de la manzana, las especias, el caramelo...y además con el toque de la pasta de fuera, que no es otra cosa que obleas de masa "La Cocinera" como ya usamos en ESTA receta de hace algún tiempo. Quedan crujientes tras hornearlas, ligeras y muy neutras de sabor, así que van genial con el relleno de manzana. Pero si queréis podemos sustituirlas por pasta filo o cualquier masa brisa o quebrada. Desde luego la rapidez y comodidad de las obleas es inmejorable y he pensado que es una idea genial para estas fechas en las que queremos triunfar con nuestras preparaciones pero no pasarnos el día en la cocina.


Vamos con la receta!!

INGREDIENTES:

  • Un paquete de obleas para empanadillas (yo he usado de "La Cocinera")
  • 450 gr. manzanas
  • 100 gr. azúcar Demerara o moreno si no tenéis de esta variedad.
  • Canela y clavo molido (yo he puesto el doble de canela que de clavo, una puntita de clavo y dos de canela)
  • 1 Tbs de vainilla o una cucharada sopera generosa de una buena vainilla.
  • 50 gr. de Brandy de Jerez. 
  • 100 gr. de arándanos deshidratados.
Para el streusel:
  • 180 gr, mantequilla fría
  • 120 gr. azúcar moreno
  • 240 gr. harina

Comenzamos poniendo todos los ingredientes del relleno en un cazo, todos de golpe y a fuego suave. Las manzanas por supuesto, las tendremos cortadas en trozos pequeñitos y listas para integrar con el resto de ingredientes.

Sólo debemos esperar a que reduzcan del todo los líquidos removiendo de vez en cuando con una cuchara de palo y ver como el azúcar adquiere un maravilloso tono y textura de caramelo. Retiramos del fuego y reservamos.



Cogemos unas flaneras pequeñas o una bandeja para cupcakes como he hecho yo y forramos con las obleas.


Ya sólo queda rellenar las mini tartitas con las manzanas, recordad que no quedan blandas sino algo enteras, pero con un color dorado propio del caramelo espectacular.


Para rematar la receta basta con cubrir generosamente las mini tartitas con el streusel. No hace falta que uséis ninguna batidora ni electrodoméstico, las manos bien limpias, la mantequilla bien fría y a integrar la harina, la mantequilla y el azúcar hasta que nos quede un aspecto como de "migas".


Meted las mini tartitas con el horno precalentado a unos 180º unos 30 minutos con calor arriba y abajo. Para saber que ya están, yo me fijo en las obleas y cuando las veo bien doraditas, lo que hago es poner entonces el grill del horno y darles un último toque para que el streusel quede bien dorado y crujiente que es como a mí me gusta que queden las tartitas.


Para comerlas, mi recomendación es hacerlo en caliente, así que si las preparáis con antelación un simple golpe de horno o de micro hará maravillas, y si las acompañáis de un poco de nata montada con azúcar será el toque definitivo para que estas Fiestas más de una cuñada se quede con la boca abierta...

Un beso enorme, y espero que estéis pasando unas Navidades entrañables y rodeados de todos los vuestros.

Belén.










Galletas para Sus Majestades los RRMM de Oriente

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Yo soy más de Papá Noel, no por nada...mi madre que debió ser una "moderna" en su época decidió que era más práctico tenernos a mi hermano y a mi entretenidos durante todas las vacaciones de navidad con los juguetes nuevos que correteando por la casa y poniéndole "la cabeza como un bombo" (palabras textuales que aún hoy sigue empleando).


Así que de un año a otro y sin previo aviso, pasamos de enviarles  nuestras cartas de Reyes a los tres señores de barbas que venían de lejos en sus camellos, y de dejar hojas de lechuga y cubos de agua a modo de refrigerio para los dromedarios, para hacernos forofos del señor gordo de rojo que al parecer sólo decía HO HO HO! y dejarle turrón y un cafelito. Los niños somos asi de "chaqueteros", jajajajaja!! O al menos mi hermano y yo lo fuimos.


Así que yo he seguido lo que se me enseñó, y la noche del 24 de Diciembre dejamos los regalos en el árbol para recoger los regalos la mañana del 25.

Pero desde niña, se me quedó un regustillo amargo y Navidad tras Navidad seguí en el fondo añorando la cabalgata, los caramelazos tirados desde las carrozas a "mala leche" y echando de menos que fueran los tres Reyes Magos y no el gordinflón de rojo los que me trajeran los deseados regalos.

Por eso ahora, y con los niños ya no tan niños, sigo manteniendo la costumbre de dejar algún detalle la noche de Reyes y de hacer que mis hijos no pierdan esa maravillosa tradición tan nuestra.


Y después del rollo sentimentaloide que acabo de marcarme, hoy tenía ganas de compartir con vosotros y con los más pequeños de la casa esta receta, o más bien esta idea con la que pasar un rato divertido con ellos y calmar los nervios pre-noche de Reyes.

Sólo necesitamos unas galletas, vuestras preferidas, yo como no me la quiero jugar y quiero que queden además de bonitas, RICAS, he hecho la receta de galletas de chocolate MARAVILLOSA de MENSAJE EN UNA GALLETA no busques otra, no la hay mejor!!!


Luego necesitamos unos moldes de silicona para hacer chocolatinas, yo he usado un molde de silicona de la marca Silikomart, pero los tenéis de distintas marcas y formas. Estos me han resultado cómodos porque al ser rectangulares no he tenido que complicarme la vida adaptando la forma de la galleta a la de la chocolatina. Galletas cortadas con un cortador rectangular (o a cuchillo) que acople con el tamaño de la chocolatina y ¡arreando!



Sólo hay que elegir vuestro chocolate preferido, fundirlo en un cazo al baño María o a golpes de micro muy cortos para no quemar el chocolate y rellenar los moldes  con cuidado de que el chocolate llegue a todos los huecos y queden las chocolatinas bien llenas y sin burbujas.

Ahora dejamos enfriar, desmoldamos con cuidado y chocolatinas listas!

Una vez horneadas y frías las galletas según la receta que os he enlazado o según vuestra receta preferida, sólo queda pegar chocolatina y galleta o con un poco de choco fundido reservado, o como yo hice dándole un golpe de soplete al revés de la chocolatina y pegándola rápidamente sobre las galletas.

Galletas TRIPLE "R": resultonas, ricas y rápidas. ¿Os animáis a hacerlas con los peques de la casa y se las dejamos en el árbol a los Reyes Magos para que tomen alguna cosita y recobren fuerzas con la noche que les espera?

Feliz Noche de Reyes y que todos vuestros sueños o casi todos, se hagan realidad.

Un beso grande, Belén.










Coca de verduras

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¡Por fin ya han pasado las Navidades! Y no, no voy a decir que no me gustan, porque mentiría...pero han sido unas fiestas algo raras llenas de sinsabores, sustos y alguna lagrimilla. Y las penas envueltas de luces, espumillón, papel de regalo y el ruido de los brindis son más penas aún.

Pero como el Ave Fénix hay que resurgir de las cenizas, abrir la mente y tirar "PALANTE" que todo pasa y llega siempre la calma.

Yo soy de esas personas que curan sus penas a golpe de azúcar e hidratos de carbono. No hay nada que "cure" tanto como un bocata de Nocilla, un gofre con extra de chocolate, unas palmeritas... Así que me he puesto los inevitables tres kilos navideños, y he llegado a saturarme un pelín de tanto dulce.

Por éso hoy me apetece compartir una receta saladita, no es que sea una receta hipocalórica pero es una receta sana, y sin complicaciones que ya estamos hartos de tanto cacharrear por la cocina.

La masa es una masa de "coca" tan típica de la zona de Levante, no tiene nada que ver con la masa de pizza, es una masa más tipo pan, aunque si la estiráis finita como hago yo, queda crujiente y bien rica.

Un toque que le da cada vez un color y sabor distinto a la masa es añadir diferentes condimentos a la hora de elaborarla. En la receta de hoy, a la masa de la coca le he añadido un pellizco generoso de sal de Ibiza con hibiscus en vez de  sal "monda y lironda". Pero podéis poner otro tipo de sal, cualquier especia que tengáis a mano, un buen pimentón ahumado, tomates secos troceados, aceitunas secas...


¿Véis los puntitos de la masa? Es el hibiscus que queda moradito y le da un toque diferente ¿no os parece?

Vamos con los ingredientes!!!

INGREDIENTES MASA:
  • 1 bote de cerveza
  • 150 gr. aceite de oliva, si es virgen extra, mejor!!
  • 600 gr. harina tipo la que usamos para bizcochos y cupcakes. Puede ser que tengamos que rectificar un poquito la cantidad según la harina que cada uno emplee.
  • 1/2 tsp de sal.
  • Opcional: pimentón, orégano, hierbas provenzales, romero, tomatitos secos...
Yo esta masa la hago en el Thermomix, lo meto todo en plan "salvaje" y programo velocidad ESPIGA hasta que todos los ingredientes quedan integrados. Es una masa que no se pega a las manos y se trabaja sin problemas, si ves que está muy húmeda y pegajosa, trabaja la masa un poco más de rato, antes de rectificarla añadiendo más harina. Pero del mismo modo añadiendo todos los ingredientes y amasando dentro de un bol os saldrá perfecta y sin problemas.

Puedes usarla en el acto, pero mejor si la envuelves en un trapo de algodón limpio o en papel film y la dejas reposar media horita en la nevera.


Ya sólo queda estirarla bien, dará para una bandeja entera de las de horno negras. A mi me gusta que quede finita así está crujiente y aguanta rica varios días, Una vez estirada toca cubrir con todo lo que nos apetezca. Esta mezcla de tres pimientos (rojo, amarillo y verde) y tomatitos cherry me ha parecido perfecta. Pero probad con alcachofas, calabacín, cebolla...

Yo no frío las verduras antes, las pongo en crudo con un chorro de aceite de oliva, sal y alguna especia por encima.  

El horno precalentado a 180º y "PADENTRO". Sólo tenéis que echarle un ojo de vez en cuando y en cuento veáis que la masa está doradita. la sacáis que ya está lista!!!!


Pues nada, que me ha cogido antojo escribiendo el post y voy a hacerme una coca con alcachofas y trocitos de jamón serrano...¿Alguien más se apunta?

Besos, muchos y muy gordos, Belén.








Estonian kringle

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Hoy no traigo receta de "cosecha propia", vamos que ni me la he currado yo, ni la he adapatado, ni he "potingueado"... Os voy a poner directamente el link a la receta de esta maravilla y os voy a contar por qué.



Mary Gómez es un amor de mujer, alumna de LA TALLERERIA pero no porque tenga mucho que aprender, sino porque disfruta horneando, aprendiendo y enseñando. La conocí y enseguida me di cuenta de que, como yo, pone el alma en lo que hace y tiene una mano!!!!



Pues le vi hace tiempo esta maravilla de receta y me la guardé en "recetas pendientes". Cuando hago recetas que no son originales, las fotografío y las comparto en las distintas RRSS pero no las subo al blog. Pero esta vez, y sin que sirva de precedente, es una receta taaaaan rica, taaaaaan bonita y me gustan taaaanto las fotos que me salieron, que he decidido compartirla en el blog con todos vosotros y guardar esta joyita en "mi casa".



La receta es del blog Cocinando con Cris, y es mucho más sencilla de lo que a simple vista puede parecer. Además Cris nos da la opción de prepararla del modo tradicional o en panificadora  y así es como la he hecho yo.

NOTAS a la receta original:

  • Es preferible tal y como me advirtió Mary, doblar las cantidades, porque si no lo haces queda una corona algo pequeña.
  • Yo hice la masa en mi panificadora del LIDL, puse el programa 6 Masa, es un programa que sólo amasa. Nos hará la masa pero también el fermentado. Este programa tarda una hora y 50 minutos. Empieza el programa con un precalentamiento de unos 10 minutos, luego amasa unos 12 minutos, fermentación de 10 minutos, amasado de unos 3 minutos, fermentación de 25 minutos, amasado rápido y última fermentación de 45 minutos.
  • Si al estirar la masa la notáis que cuesta de extender, tiene mucha fuerza, ponerla un ratito en la nevera y la podréis extender más fácilmente,
  • Yo hice el relleno con la crema de canela a la que añadí vainilla de Madagascar, nueces y pasas. Cardamomo no tenía, así que sin cardamomo.
  • Para el glaseado usé claras pasteurizadas y volví a echarle un chorro generoso de vainilla. Queda un glaseado menos blanco, pero es que la vainilla me pierde.

Gracias Mary por acercarme esta receta, y gracias a Cris por lo bien que lo explica en su blog y por el pedazo de "recetón".

Un beso grande, Belén.


San Valentín I

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¡Horror, ya llegó! El angelote gordo y fofo revoloteando amenazante con su arco y sus flechas, en escaparates, pijamas, tazas, anuncios... "y yo con estos pelos".

Siempre que llega San Valentín e intentan convencernos de estas cosas del amor, me asalta la misma pregunta: ¿existe el amor verdadero, el AMOR con mayúsculas, el que te remueve por dentro, el de las mariposas, el amor consciemte, maduro, el que todo lo da sin esperar nada, generoso, sin fecha de caducidad como si de un yogurt griego se tratara?


Cada vez lo tengo más claro, NO!

Aunque estamos programados (síiiii, genéticamente programados) para creer en él de diferentes modos según la etapa vital en la que nos encontremos.

Veamos unos ejemplos:

  1. Niñez: "Claro que existe el amor eterno, yo voy a querer siempre a mi mamá".
  2. Adolescencia en niñas: "Por supuestísimo que sí. Yo ya tengo pensados los nombres de cómo se llamarán nuestros hijos". (¡Qué lástimaaaaaaa! jajajajajaja!)
  3. Adolescencia en niños: "Yo lo único que quiero es que tenga buenas tetas". (Este maravilloso pensamiento lleno de amor acompaña a los machos alfa en todas las etapas de su vida, por éso las clínicas de estética se forran poniendo implantes)
  4. Treinta: "Esxiste pero va adaptándose a lo largo del tiempo" (Ya, claro...)
  5. Cuarenta: "Ni de coña" (Ahí estamos!!!)
Así que con este ánimo me dispongo a escribir la entrada más pastelosa del año, y quiero compartir con vosotros "romanticones" del mundo una receta absolutamente "ñoña" y llena de amor, dedicada para todos aquellos enamorados que creéis que no se acabará nunca... aunque siempre hay envidiadas excepciones, por supuesto.

Un amigo mïo, Santi, catedrático de "Biopsicología", siempre dice que "el ser humano es por naturaleza monógamo sucesivo", así que este año puedo decir convencida que el amor es eterno, mientras dura!!!!

Si estás enamorado aprovecha la ocasión para disfrutar de la receta en pareja, y si no lo estás simplemente sáltate lo de escudillar los macarons con forma de corazón y olvida el color rosa.



MACARONS DE FRAMBUESA:

  • 60 gr. de claras de huevo
  • 60 gr. almendra molida
  • 110 gr. azúcar glass
  • 10 gr. frambuesa liofilizada (opcional)
  • 20 gr. azúcar
Para hacerlos aquí os dejo en dos episodios mis aventuras y desventuras "macaroniles· que espero os sirvan de ayuda, pincha AQUÍ y AQUÍ

A la hora de formarlos o escudillarlos, ayúdate de una plantilla. Yo lo que hago es recortarme en cartulina un corazón del tamaño que necesito y lo traslado a una hoja tantas veces como necesito o quepa en la hoja, así:


Ahora, disponemos la plantilla que hemos hecho bajo la superficie de horneado que hayamos elegido  (papel, Silpat, Teflón...) y con cuidado escudillamos el macaron repasando el contorno de la plantilla, sólo repasando el contorno, sin rellenarlo porque lo queremos hueco. Mirad!


Para el color he usado el CLARET de "Sugarflair", y si no encontráis fresas liofilizadas, siempre podéis tirar mano de algún extracto de calidad, que debéis añadir con mucho cuidado y en pequeñísima cantidad.

Yo encuentro las frambuesas liofilizadas y otras frutas, en tiendas ECO-ORGANIC, esta marca me encanta!!!

Ya sólo nos queda rellenar el macaron de vuestra crema preferida, yo he usado una SMBC con frambuesas naturales y un chorrito de Marc de champagne y he decorado el macaron por dentro con frutos rojos. AQUÍ tenéis la receta de la SMBC más rica del mundo ¡UUUUUMMMMM!

Para las letras de chocolate "YOU", "ME" y "LOVE", un poco de cobertura de chocolate derretida a golpes cortos en el microondas o en un cacillo, una boquilla bien pequeña (yo he usado la número 2 de Wilton), una hoja de Teflón o de papel de horno sobre la que escribir las letras y algo de paciencia y ¡VOILÁ!. Sólo hay que dejarlo que enfríe y despegar con cuidado.


¡AH! Y Feliz san Valentín!!!!  

Un beso, Belén. 

P.D. UYYYYYYYY!!!!  O tengo virus o me han disparado alguna flecha porque noto cierto revolotear en el estómago. ¿Será un síntoma? ¡HORROR! ;;;)))





San Valentín 2015 II parte: Tarta de frutos rojos, amapola y cava.

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Pese a mi reticencia #sanvalentinera al final aquí me tenéis, celebrando con todos vosotros el día de los enamorados.



Porque al final el amor existe en muchas facetas de nuestras vidas, no solo en la sentimental. Y, ¿acaso no es  AMOR lo que muchos de nosotros sentimos por nuestros moldes, nuestros libros de recetas, nuestros hornos, nuestra pasión común que es la cocina???


Así que para celebrar NUESTRO AMOR, una receta voluptuosa, sensual, romántica, casi casi lasciva...

La base es un bizcocho húmedo y jugoso hecho con algo de mantequilla, leche y cuajada. Con el toque especiado de la vainilla y la afrodisíaca canela, el crujiente de las semillas de amapola y el colorido y aroma de los frutos rojos.



Para rematar el bizcocho, un almíbar ligero con cava y coulis de fresas.

Lo sé!!!...Sólo leer los ingredientes y os acabáis de enamorar, verdad?


INGREDIENTES (tartera de 28 cm)
  • 250 gr. Harina leudante ( o harina todo uso con impulsor tipo Royal)
  • 50 gr. Mantequilla
  • 200 gr. azúcar 
  • 1 cuajada (no de sobre, sino tipo YOGURT)
  • 1 huevo XL
  • 120 gr. leche
  • Canela y vainilla al gusto
  • Una pizca de sal
  • Un par de cucharadas de semillas de amapola
  • Frutos rojos: fresas, frambuesas, grosellas
PARA EL ALMÍBAR:
  • 100 gr. azúcar
  • 50 ml. agua
  • 50 ml. Cava
  • Un chorro de coulis de fresas al gusto ( o una cucharada de pasta de fresitas silvestres)

Para hacer esta maravilla necesitamos poco tiempo. Lo primero es preparar la tartera: yo pongo papel de horno en el fondo y un poco de spray antiadherente en los laterales).

Para el bizcocho precalentamos el horno a 170 grados y batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté blandita. Añadimos el huevo, la vainilla, la canela y la sal y la cuajada. Una vez integrado bien todo, añadimos la mitad de la harina, la leche (batimos) y el resto de la harina para terminar con las semillas de amapola.

Ya solo nos queda disponer la masa en el molde y poner las frutas de un modo armonioso por encima de la masa. 

En 45 minutos con calor arriba y abajo, tendremos la OCTAVA MARAVILLA DEL MUNDO ante nuestros ojos (y no, no es tu marido que acaba de aparecer en la cocina...).



Dejamos enfriar la tarta en el molde hasta q se enfríe y desmoldamos.

Hacer el almibar aún va a ser más sencillo: ponemos agua y azúcar en un cazo al fuego. Dejamos que hierva un par de minutos. Retiramos del fuego y añadimos el cava y lo que tengamos a mano para aromatizarlo. Yo tenía restos de coulis y le he puesto un chorrito, pero lo he probado con una cucharada de pasta de fresitas salvajes y queda igual de rica o más!

Pincelad la tarta con el almíbar y si podéis dejadla reposando y empapándose  del almibar toda la noche. A la hora de servir espolvoread con abundante azúcar GLASS y simplemente ENAMORAOS!!!

Me declaro hoy día de San Valentín completa y absolutamente enamorada: de esta receta, de mi pasión que es también la vuestra y de Eric Bana...#pueseso

Un beso y disfrutad del día si queréis celebrarlo o de la receta si os apetece hacerla.



Belén IN LOVE ;;;)))

Suspiros de amantes

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¿Quién no ha oído alguna vez éso de "los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él"?


Pues la receta de hoy tiene que ver con esos amantes: Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. La historia parte con base verídica y mucho de leyenda popular y se desarrolla en el s. XIII siendo la típìca historia de amor a lo "Romeo y Julieta, veamos:

-Jovenzuelos que se enamoran hasta las trancas.
-Padre de la chica que se interpone porque el jovenzuelo "no tié ni pa pipas"
-Jovenzuelo que se marcha a hacer fortuna y hacerse merecedor de la susodicha.
-Jovenzuela que promete esperarle el tiempo que haga falta y amor eterno (juasjuasjuas)
-Padre "puñetero que dice que con 5 años que espere la moza, ya está bien,
-Chica que se casa el mismo dia que se cumplen los 5 años de ausencia de su "amor eterno" (ejem ejem..)
-Jovenzuelo, ya no tanto, que vuelve justo tras el SÍ QUIERO del bodorrio y "forrado de pasta".
-Parraque con consecuencia mortal del amante desconsolado.
-Último beso de amor "post-mortem" de la enamorada al finado con el consiguiente y natural parraque y muerte fulminante en medio del funeral de Juan Diego, de Isabelita.


Vamos que lo de Shakespeare al lado de nuestros amantes patrios hasta parece una película de Disney...¡vaya dramón!

El caso es que en Teruel, tienen estos deliciosos pastelillos que conmemoran la historia de sus amantes, y pese a que la historia tiene visos de panfleto venezolano, los pastelillos son de ÓSCAR de Hollywood. Una receta sencilla, rápida, que no ensucia nada, delicada  y riquísima.

Con la receta he de contaros que he tenido una pequeña desilusión, no con la receta en sí, sino con mi fuente. Tenía la receta desde este verano, esperando agazapada en el cajón de las "recetas pendientes". Una amable señora de Rubielos de Mora (Teruel...también existe) me la dio este verano haciéndome jurar y perjurar que no se la daría a nadie, porque era EL SECRETO familiar.


Yo. educadita en colegio de monjas y emocionada por el recetón que tenía entre mis manos juré solemnemente  no hacerlo, al mismo tiempo que mis dedos se cruzaban por detrás de mi espalda para dejar así invalidado el juramento pronunciado. Y es que, en el cole aprendí que da igual lo que jures y en qué idioma lo jures (castellano, sueco, arameo...), el CRUZAMIENTO de dedos deja el juramento sin validez alguna...¡La de cosas prácticas que se aprenden en las monjas, oiga!

Pues llegados a este punto, con la receta en mi poder y el juramento no juramentoso, me pongo hace unos días a ver si había muchas recetas de Suspiros en la red. Muchas no es la palabra,,,¡muchísimas! y lo peor es que la mayoría con la  misma receta exacta SECRETO SECRETÍSIMO  de familia. Yo este verano vuelvo y me la cargo!!!

En fin, no volveré a fiarme de  mis fuentes...que creo que navegan más que yo por internet.

Para unos 40 Suspiros:

  • 2 huevos
  • 100 gr. azúcar
  • 50 gr. mantequilla
  • 8 quesitos tipo "El Caserío"
  • azúcar glass para espolvorear
  • mini tartaletas de masa quebrada o similar (yo las compro en el horno ya hechas)
Si tenéis Thermomix no puede ser más sencillo hacerlos: metemos todos los ingredientes menos las tartaletas claro,  y el glass. Programamos vel. 4,  90º , unos 5 minutos y listo. Si vemos que al terminar el tiempo queda algún trocito que no se ha deshecho en la crema, le damos un golpe a una velocidad mayor y "arreando que es gerundio".


Si no tenemos Thermomix derretimos la mantequilla en un cazo, hasta  que esté completamente derretida. Comenzamos entonces a añadir el azúcar y lo integramos. Batimos los huevos previamente batidos e incorporamos a la mezcla, sin parar de remover. Sólo falta echar los quesitos y dejar cocer un poco hasta que se deshaga todo y espese, Si nos queda algún trocito de queso, podemos al final pasar la crema por la batidora y dejar la crema bien fina,

Rellenamos las tartaletas y horneamos con SÓLO opción grill unos 10 minutos o hasta que veamos que están hechos. Podemos rellenar las tartaletas hasta el borde. La masa sube mucho, pero no se desborda y al enfriarse se retraen y se quedan planitas. Si no tenéis opción grill, programad 180º y calor sólo arriba y hornead hasta que estén bonitos y dorados.

Una vez fríos, espolvoreamos con abundante azúcar glass y si sois de rezos y metidos en Cuaresma que estamos, empezad a rezar lo que sepáis para que La Pilarica os de conocimiento y no os comáis media bandeja de suspiros de amantes de un tirón,


Mis lorzas y yo no rezamos y estamos pagando las consecuencias,,,#elqueavisanoestraidor

Un beso gordo, Belén.



Cupcakes 100% limón

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Muchas veces me preguntan que por qué mi blog se llama así. Por aquella época yo acababa de descubrir de las manos de las chicas de "Sex and the city" esas extrañas magdalenas cubiertas de cremas de colorines y el nacimiento del blog coincidió con mi "época cupcake".
Luego vendría mi etapa bundt, galleta, flores,,,y por supuesto macarons!!!

Las fotos que iba haciendo (malas de solemnidad todo hay que decirlo) las guardaba en una carpeta del ordenador llamada "Cosas a gogó". Era un cajón desastre en el que lo mismo guardaba fotos, que ideas vistas en internet, que recetas,,,

Ahí estaba: Cupcakes a gogó!!!


Y todo ésto que os cuento es para deciros que hace demasiado tiempo que no publico una receta de cupcakes, y no porque no me gusten, me siguen pareciendo algo más que magdalenas decoradas, son como pequeñas porciones de tartas individuales, y así me lo planteo cuando hago una receta,
No deben quedar secas, nuestras magdalenas tienen un punto menos húmedo que lo que yo al menos busco en un cupcake: húmedo, esponjoso, sabroso y si puedo empleando en su elaboración sólo los mejores y más naturales ingredientes.

Son muchas las recetas que sigo haciendo de cupcakes, pero por lo general las guardo para sorprender a los alumnos que se apuntan al Taller de "Cupcakes para comer" y compartirlas allí con ellos. Y no las publico en el blog precisamente para que sean algo exclusivo y muy mimado.

Pero los seguidores del blog también os merecéis algo especial. Me seguís, me animáis, compartís montones de cosas conmigo desde Facebook, en Instagram, Twiter...no nos "ponemos cara" la mayoría de las veces, pero nos sentimos cercanos, amigos, una relación y un cariño especial nos une.

Las redes sociales han pasado de ser una mera herramienta fría y desconocida para hacer llegar nuestro negocio a los demás o darle visibilidad, a convertirse en algo cercano, cotidiano, casi cálido. 

Tengo muchos y buenos amigos a los que tocar y achuchar, me siento afortunada en ese sentido, pero luego he establecido vínculos increíbles con gente a la que aún ni siquiera he tocado, no los he olido, no oigo sus voces...pero es extraño ¡los siento ya MÍOS!

Quizás este nuevo tipo de "amistad virtual" sea fruto de lo rápido que nos movemos, de lo rápido que consumimos, de lo vertiginosas que son nuestras vidas. 

Quedar a tomar ese café con una amiga en el rinconcito de una terraza al sol y hablar del último libro que has leído, o una cerveza con ese amigo que siempre se presta voluntario cuando quieres ir de concierto no es sencillo con esta ritmo de vida que llevamos. Sin embargo en pocos minutos podemos mandarle un montón de links con los "10 libros que debes leer antes de morir"o enviarle una foto del último concierto al que fuimos juntos sin movernos de casa y a tiempo real.

Vale, no es lo mismo!! Pero es lo que hay, lo que nos ha tocado vivir y no por nuevo debe ser malo. Yo por mi parte intento seguir sacando tiempo para ese aperitivo al sol con ración de bravas incluídas, pero he de decir que tengo muchos y muy buenos amigos "virtuales" y muchos de ellos me los ha regalado el blog.

Así que para esos amigos virtuales, para los reales y para todos los que semana tras semana me hacéis llegar vuestro cariño hoy comparto esta receta:



CUPCAKES 100% LIMÓN Y UN POCO DE COCO

  • 140 gr. de huevos batidos (unos dos XL)
  • 120 gr. azúcar
  • 90 gr. leche
  • 25 gr. aceite oliva suave o girasol, yo prefiero oliva.
  • 110 gr. harina leudante (la bizcochona que lleva incorporado el impulsor)
  • 50 gr. de coco rallado
  • Un limón entero ralladito bien fino
  • Pellizco de sal
Como siempre comenzamos batiendo los huevos con el azúcar. Añadimos el aceite y seguimos batiendo alegremente con nuestras varillas. Incorporamos los ingredientes secos: harina, sal y coco y ralladura de limón. Terminamos echando a la masa la leche y batiendo lo justo la masa hasta que todo quede integrado.

Precalentamos el horno, yo a 165º, y cuando tengamos el horno a punto, introducimos la bandeja con nuestros cupcakes. En unos 24 minutos los tendremos listos, pero no les quitéis ojo y hacia el minuto 20 podéis ir abriendo el horno y pinchando los cupcakes para ver si los tenemos ya horneados, Ni un minuto de menos ni uno de más, los queremos perfectos!!!!

Dejamos reposar los cupcakes 5 minutos en la bandeja de hornear y pasados los minutos los sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Mientras prepararemos el merengue  para cubrirlos y el lemon curd para rellenarlos.

El lemon curd que os traigo no es receta mia, pero es tan rico y es tan rápido y sencillo hacerlo que con este maravilloso LINK os reenvío a Directo al paladar y a esa receta de crema de limón. Me gusta además de por su sencillez, por lo rápido que se hace y lo nada que se ensucia. Además en otras recetas de lemon curd que he hecho, casi siempre me fallaba la textura, ya que a no ser que añadiera Maizena, siempre me han quedado algo líquidas. 

¡Mirad qué maravilla de color y de textura!


Una vez fríos procederemos a rellenarlos y decorarlos. Con un descorazonador de fruta o una herramienta especial para los cupcakes vaciamos el corazón del cupcake y rellenamos generosamente de lemon curd.


Cupcakes horneados, rellenados y ¿ahora? Ahora hacemos un buen merengue, el que más nos guste. Yo he hecho merengue italiano, porque después de hacer tantos macarons ya lo hago durmiendo, pero si no tenéis termómetro y queréis acabar antes, con un merengue francés o uno suizo como el de esta tarta los podéis rematar.

Una buena capa del merengue escogido y un toque de horno o de soplete para que coja el merengue un bonito tono dorado y VOILÁ!!!! 


Un corazón tierno y húmedo con el toque del lemon curd, el tacto en la boca sedoso de un buen merengue, el punto sutil del coco... Si no te gustan los cupcakes es porque no has hecho aún recetas como ésta. asi que ¿te animas?

Un beso enorme, Belén.






"Madeleines de Commercy" a mi manera

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Las "madeleines" tienen un origen discutido, vamos que no se acaban de poner de acuerdo en cuándo no dónde surgen. La historia más difundida cuenta que una joven, de nombre Madeleine Paulmier, sirvienta de la Marquesa Perrotin de Baumont sorprendió en 1755  con esta sencilla receta al rey Stanislas de Polonia, que pasaba temporadas en Commercy (Lorraine) donde solía cazar con sus invitados. Y quedó tan eLncantado con aquellos pequeños pastelillos con forma de concha y dorados, que al preguntarle a la joven por el nombre del postre y no recibir respuesta, decide ponerle el nombre de la joven y de la maravillosa villa donde suele descansar: Madeleines de Commercy.


Una preparación sencilla y unos ingredientes humildes que son sin duda estandarte de la pastelería francesa desde entonces a hoy en día.

Yo me he inspirado en esta receta de un blog de cocina francés, pero como soy una rebelde la receta final no tiene casi nada que ver con ella. Además si tenéis un poquito más de tiempo y queréis un sabor especial en vuestras madeleines, animaos y haced la "beurre noisette". Se hace igual que la mantequilla clarificada, es decir, ponemos a fundir la mantequilla a fuego bajo, y por arte de la "archifamosa" reacción de Maillard (yo no la conocía hasta la semana pasada, jajajaja) se produce una especie de caramelización de los alimentos, obteniendo una mantequilla con un aroma a frutos secos muy peculiar y de preciosos color dorado.

Así que vamos con la receta y esta semana todos a disfrutar de unos desayunos dignos de reyes y reinas.



INGREDIENTES (para unas 16 madeleines)

  • 2 yemas y un huevo ( de huevos L)
  • 120 gr. harina bizcochona o leudante (he usado la de "Harimsa")
  • 100 gr. azúcar moreno
  • 100 gr, mantequilla derretida y templada y mejor si hacéis "beurre noisette"
  • ralladura de un limón
  • una pizca de sal
Comenzaremos batiendo las yemas y el huevo con el azúcar y la ralladura de limón. Incorporamos la harina tamizada con la sal en un par de veces y la mantequilla. En este punto si no hacemos "beurre noisette", sólo tenemos que derretir la manmequilla y esperar que se atempere y añadirla a la masa hasta que quede bien integrado.
Podéis usar la masa en el momento, pero si la dejáis reposar en la nevera unas horas salen unas madeleines con las típicas "bosses" o jorobas "madaleneras".

Para la "beurre noisette", ponemos en un cazo a fuego medio-bajo la mantequilla troceada, y fundimos como en el video.




Veremos que la mantequilla al fundirse va soltando impurezas y separando una parte más líquida de otra más sólida, que retiraremos con una espumadera.


Poco a poco irá adquiriendo un precioso tono dorado y comenzaremos a disfrutar de ese inconfundible aroma a frutos secos que la caracteriza. Sólo nos queda retirarla del fuego y colarla para filtrarla y que quede lista para utilizar en nuestras madeleines una vez de enfríe. Podéis conservarla en la nevera en un tarro hermético e incluso congelarla para tenerla a mano y usarla en cualquier preparación que lleve mantequilla y disfrutar de su característico aroma.



¡Masa lista! Precalentamos el horno a unos 200º  y mientras engrsamos los moldes que vamos a utilizar. Aunque en muchas recetas no aconsejan engrasar el molde, a mi la priemra vez que las hice se me agarraron casi todas y se me rompieron al tratar de desmoldarlas. Así que ya no me la juego y los engraso con un poco de mantequilla o con spray antiadherente. asegurándome el desmoldado perfecto.


Horneamos unos 14 minutos, o hasta que comprobemos que están ya horneadas. No os preocupéis si se os va el santo al cielo y os olvidáisde la maravilla que se está gestando en vuestros hornos., porque el timbre de la puerta os va a avisar: al olor de las madeleines se irán acercando vecinos, amigos, menos amigos, el portero, el cartero...o como me pasó a mi, el repartidor de MRW, al que después de firmarle  el resguardo del paquete que me traía y viendo cómo las aletas de su nariz se movían nerviosas y rítmicas, decidí darle dos madeleines recién hechas, y he de decir que cuando se despedía de mí dándome las gracias,  me pareció que en sus ojos brillaba un destello de amor, jajajajajaja!!!


Por cierto ¿hay algo mejor que un café o un té con leche acompañado de un par de magdalenas y una buena novela entre las manos?

Pues si consigo darle forma y materializarla algún día tendré MI novela entre mis manos, las madeleines ya las tengo...

Y mientras voy a aprender de un equipo sensacional guiado por mi querido Antonio Penadés, y del maravilloso proyecto que desde hace años y desde el Museo de  los soldaditos de plomo L´Íber de Valencia está acercando la novela a todo aquél que tenga inquietudes y quiera participar de la aventura de escribir. 




Os dejo AQUÍ el link por si os interesa, yo ya tengo mi plaza y allí estaré.

Un beso grande, Belén.

Cookies de avena, coco y chocolate.

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Pues no, las galletas de toda la vida de Dios no tienen su origen en el continente americano, por más que nos empeñemos en llamarlas "cookies" y que nos las vendan como más americanas que los vaqueros.

Bueno, puestos a poner fotos de vaqueros casi mejor que ésta otra...

                                                        


 ¡Ayyyyyy, que me disperso! Continuemos.


Su origen es mucho, pero mucho más lejano, y las primeras galletas podrían remontarse al s.VII antes de Cristo en la antigua Persia, actual Irán, uno de los primeros países que cultivó el azúcar. Las galletas surgen ni más ni menos como meras pruebas que después se desechaban, cuando los pasteleros metían pequeños trozos de masa en el horno para probar la temperatura.


Recetas de este tipo de galletas hay a montones, pero como siempre y después de probar, tunear, y formatear un montón de galletas, yo me quedo con ésta de "cosecha propia"que creo que os va a encantar.



Crujiente por fuera y con un corazón tierno por dentro, con su puntito de sal, un intenso aroma a vainilla de Madasgacar, un toque de coco, la textura que le dan los copos de avena y el inconfundible sabor del chocolate las convierten sin duda en una receta de ésas que al menos una vez hay que probar, a sabiendas de que después de esa primera vez vendrán otras muchas, porque encima es sencilla de elaborar y rápida. ¡Vamos, que lo tiene todo oiga!




Para unas 35-40 cookies grandecitas necesitaremos:


  • 100 gr. azúcar blanquilla
  • 200 gr. azúcar moreno
  • 170 gr. mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 huevo y una yema (los míos eran XL)
  • 230 gr. harina
  • 50 gr. de copos de avena
  • 20 gr. de coco
  • 200 gr. de chocolate 70%
  • vainilla de Madagascar (un buen chorro)
  • media cucharadita de postre (tsp) de sal
  • media cucaharadita de postre (tsp) de bicarbonat0

Ponemos en la batidora (con el accesorio pala o similar) la mantequilla y los dos tipos de azúcar y comenzamos a integrarlos. Añadimos el huevo y la yema batidos y continuamos sin parar de mezclar. Vamos con la vainilla, la sal, el bicarbonato y la harina, que no hace falta ni siquiera que esté tamizada. Incorporamos los copos de avena y el coco rallado y terminamos añadiendo el chocolate troceado.


Podéis usar chips de chocolate, pero yo prefiero picarlo en el Thermomix porque me quedan los trozos de diferentes tamaños y les da a las galletas un encanto rústico y más desaliñado que si ponemos los chips ya preparados.

La masa resultante es una masa pegajosa, no pasa nada, está correcta, no añadáis más harina. Sacad la masa de la batidora con ayuda de una espátula y trabajadla a mano un poquito aunque se os pegue sobre una superficie tipo "Silpat".

¡Lista! Ya os dije que era una receta rápida y sencilla. El único inconveniente  que llegados a este punto le veo,  es que en cuantito empecéis a quitaros la masa que se pega a los dedos a base de lametones, chupetones y "bocaos" varios, corréis serio peligro de no hornear las galletas y zampar la masa así tal cual.


Pasada la tentación de comeros la masa, formad unas bolitas de unos 30 gr. cada una (como una albóndiga, almóndiga, armóndiga o como queráis llamarlas, jajajajaja!) y disponedlas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal o sobre cualquier otra superficie de horneado (teflón, silicona...)

Lo ideal es que una vez formadas las dejéis reposar unos 20 minutos en la nevera, pero si las ansias os pueden tampoco pasa nada por saltarse este paso (yo haré como que no miro, venga!)

Como siempre hornos precalentados a 170º y adentro con ellas durante 15  minutos, no las tengáis mucho más. Si las tocáis pueden parecer blandas, de hecho lo están, pero al enfriarse adquieren la textura que buscamos. Mientras que si las dejáis más rato en el horno quedarán después muy duras.

Una cosa que os llamará la atención al hornearlas por primera vez es ésto:


No penséis que la habéis pifiado o que algo no va bien, o que la suegra ha entrado en casa sin avisar, ha sacado las galletas del horno y le ha dado por preparar una receta de albóndigas en salsa. Cuanto más frías las metáis en el horno menos pasará ésto, pero en cualquier caso van a quedar perfectas.

Recordad que no tenéis que rectificar la masa aunque quede pegajosa y al disponer las "cookies" en la bandeja, hacedlo dejando bastante espacio entre ellas, porque van a pasar de ser unas simples bolitas a unos galletones de unos 8 cm. de diámetro más o menos (para porciones de masa de unos 30 gr.)


Al sacar las galletas del horno, dejadlas reposar y enfriar sobre una rejilla y preparaos para empezar a comer galletas "a diestro y siniestro". 

¿Qué entras en la cocina a por un vaso de agua? Galleta al canto.

¿Qué pasas por la cocina para ir a la galería a tender la ropa? Galleta entre pecho y espalda.

¿Qué llaman al telefonillo? A por otra!!!

Hasta 40 galletas que salen, mirad si hay excusas para pasarse como quien no quiere la cosa por la cocina, jajajajajaja!!!


Espero que hagáis la receta y que me lo contéis, porque son las 02:53 de la mañana y como no os pongáis a hornear como locos me puedo poner muy agresiva...#elqueavisanoestraidor

Un beso. Os merecéis unas cuantas horas menos de sueño y mucho más. Belén.

                                                                                   El monstruo de las galletas




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