El Muhammara es una pasta tipo humus originaria de la ciudad de Alepo, Siria. Aunque como siempre en esto de los orígenes nunca se acaban de aclarar. También hay Muhammara en Turquía, donde es llamado acuka, en Irak o en Líbano.
Es básicamente una pasta, ideal para dipear con trocitos de pan pita tostados, hecha con pimientos asados y nueces. Pero desde ya os digo que también es deliciosa como salsa para carnes y pollos asados y para pescados!
Uno de los ingredientes del Muhammara es la melaza de granada, algo muy sencillo de encontrar en los países anteriormente citados, pero no tan fácil de conseguir aquí en España. Pero no hay de qué preocuparse porque hacer melaza o sirope de granada es algo nada complicado y además estamos en una época perfecta para encontrar granadas riquísimas y a buen precio.
Ingredientes Muhammara
- 300 gr. de pimientos (yo los uso del piquillo y los compro ya asados, pero podéis asarlos vosotros en casa)
- 120 gr. de nueces ya peladas
- 40 gr. de pan rallado o de pan tostado (yo suelo tostarlo)
- 1 diente de ajo, aunque la cantidad de ajo como de las demás especias va un poco a gusto de cada uno
- Media cucharadita de pimentón ahumado
- El zumo de medio limón
- Una pizca de comino molido
- Pimienta negra
- Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
- Dos cucharadas soperas de melaza de granada
- sal
Para la cantidad de melaza de granada que lleva esta receta (incluso sobrará un poco para volver a hacer), necesitamos dos granadas y azúcar. Desgranamos las granadas y las trituramos en nuestro procesador. Las colamos para quedarnos sólo con el zumo y desechamos todas las pieles.
Pesamos el líquido obtenido y lo ponemos en un cazo al fuego junto con la tercera parte de su
peso de azúcar. Por ejemplo, si obtenemos 150 gr. de zumo de granada, añadiremos 50 gr. de azúcar y un chorrito de limón, y pondremos a fuego suave hasta que reduzca y nos quede una textura como de miel ligera o jarabe.
¡Ojo! No esperéis a ver la melaza muy densa, porque luego al enfriar engorda y mucho.
Yo el aceite, la sal y el limón los añado en el último momento porque así voy viendo la textura que quiero obtener y el punto de sal y de limón que más me gusta.
Y ahora viene lo mejor: tostamos unos panes pita y a disfrutar de este plato con quien más os guste.
Porque no sólo de hummus vive el hombre y porque comer rico, divertido y sano es muy fácil: ¡sólo hay que querer!
Si te animas a hacerlo, ya sabes... ¡cuéntamelo!
Un beso, Belén.